Una de las frases que más se repite en el mundo de la pipa es «buenos humos», deseando siempre que la experiencia de la fumada sea lo más placentera posible y hoy arranco la tarde precisamente de ese modo, fumando lo que para mí es una labor sin fisuras. Dorchester es el objeto de deseo que ya hace unos meses tuve la suerte de adquirir y que, aun siendo caro, ha sido todo un acierto desde la primera pipa. Este vaper de la enigmática y siempre anhelada Esoterica Tobacciana, es sin lugar a dudas, una de las mezclas más sabrosas en su categoría. Con un olor en frío delicioso, fragante a rabiar e incomparable (a no ser que lo hagas con una de sus hermanas de marca). Su sutileza es exquisita y desde el primer golpe de olfato nos traslada a esos olores de los barriles en los que se ha mezclado fruta y alcohol, como cuando se servía la limonada en las bodegas de mi pueblo. Melocotón, cítricos, melazas, mucha hierba, frutas pasas oscuras y algo que uno no identifica de forma acertada y que convierte a esta labor en única en su género. La fumada es deliciosa de principio a fin, muy constante en sabor, pero del que no cansa para nada. El humo es denso, fresco del de verdad. El sabor es básicamente herbal, notando que los Virginias están como recién cortados. Y el Perique, ¿cómo puede estar tan rico este sutil acompañante? Mamma miaaaa!
La pipa funciona sola hasta el final y nada se rompe ni se deforma. Creo que me tocó la lata un mago con una barita. Mágica mezcla.
¡Bueno, amigos! Tras esta orgiástica descripción, solo me queda vestirme apresuradamente y recomendar esta mezcla a todo aquel que disfrute de labores muy penetrantes, tal vez algo florales, de potencia media a baja y sin prejuicios hacia los sabores sorprendentes. Un 5, está claro.
Y como bola extra, hoy toca una de mis bandas. Unkle es más que música. Unkle es evolución, búsqueda, sensaciones potentes, y muchos etc. Creo que es difícil resumir en unas líneas la trayectoria de este experimento musical. Disfruten de su tercer álbum: Burn my Shadow.
¡Esotéricos humos, bandidos!
