Bueno, pues aprovechando que la tarde se pone propicia para fumar Virginias y que estos días volvió a estar disponible esta deseada labor, vamos a hacer una revisión subjetiva e imprecisa de Carolina Red Flake.
Nos encontramos ante un straight Virginia de un solo componente y de una sola cosecha. No tiene ni coberturas ni añadidos de ningún tipo, es 100% hojas de Virginias rojos de Carolina del Norte, cortada y madurada durante cinco años antes de ser envasada. Los aromas en frío son de Virginias maduros, un pelín cítricos, herbales, amaderádos y muy cercanos a la fruta fermentada. Me recuerda mucho a cuando vas al árbol y pisotéas la fruta caída. Una delicia olfativa que despierta la lívido hasta de un ladrillo.
Acto seguido y atropelladamente, cargamos nuestra más flamante pipa y aquí es donde llega el giro inesperado… ¿Cómo? ¿Qué? Oseaaaa… ¡Si, amigos! Pongamos el sillón en posición vertical y apretémonos el cinturón…
¡La sorpresa es monumental! Olvida todo lo que esperabas de una labor de estas características. La película arranca con una sensación astringente que rápido se disipa para pasar a un agridulce, más agri que dulce. Apenas nos pica y, en cambio, notamos una persistente acidez que nos lleva a preguntarnos ¿es a esto a lo que sabe el puto Carolina Red? Pero seguimos dándole briza a la fumada y la cosa se pone sería. Y yo que creía que iba a dar un paseo con mi amigo el Gigante verde por la fábrica de Willy Wonka. Estupefacto me quedé la primera vez y a día de hoy, tras fumarme la lata, todavía no sé qué me da y que me quita esta labor. Olvídate de los dulces y los picantes tan comunes en estas hojas. Aquí lo ácido y terroso te atrapa, ante lo cual estás perdido. Es imposible. No puede ser.
En mi corta experiencia, lo que tengo claro, es que en el paladar hay una caja de sorpresas y lo que este tipo de labores nos enseña, es a jugar con nuevos sabores. Sin duda, estamos ante un tabaco único en su género que no se puede comparar con nada en rojo que hayáis probado antes. Una bestia indomable que nunca nos va a prestar dos fumadas iguales y que nos va a mostrar un tipo de fumada nada convencional.
Mi valoración va cambiando a cada fumada, aún a sabiendas de su gran calidad. Le doy un 4,5 sobre 5. Me gustan más los rojos de otras labores. Pero, por si acaso, mi cellar siempre contará con alguna lata. Démosle tiempo y demonoslo a nosotros mismos. ¡Muy recomendable!
Para disfrutar la experiencia plena, en este caso fumé en esta fantástica Claessen y escuché a Die Wilde Jagd. Neo-Kraut rock fascinante, del que uno no se cansa. ¡Rojos humos!

Perfecta descripción, muchas gracias por dar a conocer este grupo, sin duda, mi gran descubrimiento musical de los últimos tiempos, no me canso de escucharlos, mil gracias doctor!
Me alegra un montón que lo hayas disfrutado. Seguiremos en esta línea. Saludos